Claro que podia pasar. Pero también puede pasar que alguien se desnuque subido a una escalera cambiando una bombita en la cocina de su casa, que te pise un camión pisando la vereda, asfixiarte con el huesito del pollo atrancado en la garganta, contagiarte cualquier cosa en cualquier lugar por el cual circules o muchos otros tantos.
Un abanico infinito pueden ser opciones en materia
de desgracias.
Mientras vas andando
por la vida circulan velozmente infinitas posibilidades, de las positivas y también de las negativas. No se porque a
cada cual le pasa cada cosa.
Hace un
tiempo me enteré que a una compañera, bastante más grande que yo, de uno de los
primeros trabajos que tuve se le murió su hija en un accidente de tránsito,
la chica solita se estrelló contra un camión. Nada me espantó más en ese entonces
al enterarme de esa noticia porque a esta compañera se le habían muerto ambos
padres cuando era chica ¿también la hija? ¿le tenían que pasar todas?
Podía
pasar.
Lo mismo
con la escritora Poldy Bird. Esta mujer se la pasó escribiendo para exorcisar
la muerte de su madre cuando era niña. Después partió su marido cuando su hija era
chica. Y ahora hace poco se le muere la hija misma! ¿puede una persona pasar
por todo esto?
Podía pasar.
A veces son
cuestiones de constelaciones familiares, como si el mismo sistema reprodujera
una serie de pérdidas a lo largo del árbol familiar. Parece que un hecho no se
relaciona en absoluto con el otro pero a con otro nivel de análisis existe una
correspondencia, como esas personas que tienen accidentes o mueren en las misma
fechas que otros de su familia en el árbol genealógico. De esto se ocupa el
estudio de la psicogeneaología, muy interesante y útil.
Algunos entienden
los hechos como karmicos, un resultado, efecto o reacción en esta vida o de
alguna pasada que necesita expresarse o dicho de manera fea “pagarse”
En ambos
casos podíamos decir: podía pasar…. pero con causa (un poco invisible)
A muchos se
le cae de la boca con una facilidad enorme el “podía pasar” pero desde que
nacemos nadie nos enseña en profundidad los tránsitos reales en las pérdidas,
sean cuales fueren. Lo que duele, lo que se vivencia, la realidad del presente
en relación a lo de antes, la añoranza.
El transito
por estos momentos que todos (algunos más como dije antes, y otros menos)
tenemos y la forma como lo vivimos habla de cada uno.
En lo personal tengo la
luna en escorpio, y para el que sabe astrología entiende de lo que hablo, una
intensidad como pocas. Me lamenté toda la vida de esto, pero ya no puedo
cambiar a esta altura (¡ni en ninguna!) mi fecha de nacimiento. Entonces, y
asumiendo esta forma, me entrego a vivir a fondo los sentimientos.
Quizá para
el resto es abrumador y preferiría pasarla un poco por encima, pero está fuera de mi
alcance, aunque lo intente tarde o temprano el sentimiento profundiza su
experiencia.
Estoy tan triste por haber perdido mi embarazo que no tengo lugar
en mi donde esta tristeza no esté.
Se que podía pasar, pero no me imaginé que
el tránsito sería tan doloroso, jamás. Y esto tiene una razón, el intelecto surfea
con la tabla de las ideas pero la
experiencia tiene la potencia de sumergirnos en el agua.
Puede pasar,
sin dudas, pero cuando PASA y el verbo presente es ahora, se abre una puerta
desconocida, aunque no sea la primera vez, como cada cosa y suceso son únicos
en tiempo y espacio, siempre es la primera vez.
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