27.8.12

Gente buena y buena tierra



Cuando no hace un calor imposible, de esos que resecan la tierra y la piel, salgo a caminar por la isla. El paisaje es único, no puedo decir mas nada… acá un video que muestra apenitas un poco del camino que hago…


Para llegar atravieso algunas calles mas transitadas. Mientras caminaba, los otros días, descubrí un señor frente a un árbol, hice un escaneo general de la situación y lo vi sacando higos. El árbol estaba dentro de una tierra y una parte daba a un terreno desocupado. El hombre desde ese lado sacaba los frutos.

A la vuelta del camino pase y no lo vi, entonces también agarre unos cuantos higos gordos. Había muchos tirados en el suelo, señal que nadie los recogía y caían cuando ya maduros. Una pena. Con las manos pegoteadas por la leche que desprenden volví a la casa.

Al día siguiente, y ya con una bolsita, me fui al árbol con preguntas que surgían en mi mente…
Estará bien lo que hago? Me estarán mirando los del pueblo? Que estarán diciendo? Esta parte del árbol da a un espacio libre… estará bien? Con lo que me gustan las frutas del árbol… y me fui un poco con remordimiento sintiendo mis dudas…

Hoy a la mañana salí a caminar, el aire estaba fresco por primera vez en días! Que felicidad!! Tome otra ruta y me di cuenta que había muchas plantas con moras silvestres!! Con lo que (también) me gustan las moras!! (además de recordar a bellas personitas con ese nombre!). Busque bolsita en mi cartera, y a recoger feliz! Algunas estaban secas por la falta de agua, pero rescate bastantes lindas y dulces.

Volviendo, encontré al vecino frente al árbol de higos. Me pare, me miro. Le sonreí, me sonrió. Y en mi básico Italiano le dije: a mi también me gustan! Entonces hizo un gesto de invitación, pase del lado del espacio vacio… y lleno la bolsa que llevaba con higos que iba sacando del árbol, bajando las ramas para alcanzar los mas maduros…

Me volví a casa con la sensación de que aun queda gente buena. O vengo con la sensación de vivir en un lugar con tanta violencia como en las grandes ciudades. Ahí también hay gente buena, pero rodeada de estímulos que finalmente en lugar de potenciar lo positivo, evidencian lo negativo que hay en cada uno (nervios, malas contestaciones, malos tratos, empujones, contaminación de todo tipo).

Ningún lugar es ideal, pero la naturaleza ayuda, colabora… por lo menos es lo que estoy descubriendo en el día a día.

18.8.12

Esto de las distancias

Me siento terriblemente lejos de (casi) todo. Lejos de kilómetros, cielos y mares, de lo que hacia todos los días, mi casa, la cocina, el barrio, los trabajos, ni hablar de la gente.
La rutina me llevaba y estaba ahí, a veces ocupada con actividades amadas, muchas otras  obligandome a hacer lo que ya no tenia ganas.

Para no seguir traicionandome deje de quedarme donde no queria, esa es una de las razones por que ahora estoy acá.

A lo largo de mi vida el hacer me fue dando identidad, como a todos calculo, uno se va transformando y re encontrando en su propio camino.
Pero ahora, a distancia de todo, cuando no hago, estoy mas cerca de mi misma que nunca... y es rara tanta proximidad en un espacio con silencio donde el tiempo parece correr lento y caluroso... donde escucho las moscas rondarme, y mi respiración.

Estando acá los sentidos se agudizan. La comida, por ejemplo, es algo que se concentra en cuanto a su exquisiteces, es arte y cultura.

Cocinar es una buena forma de no pensar demasiado y poner el cuerpo. Entonces preparo algunas verduras con varios quesos. Antes como un poco de Salmón sobre un pan de cereales con queso untable de cabra. Ya dije que desde que llegue no puedo dejar de comer todo tipo de quesos en su variedad mas inesperada, pero ese tema merece un post aparte.

Mientras almuerzo me pongo a pensar cuanto de la vida cotidiana nos aleja de nosotros mismos, de nuestra esencia.
Y el no hacer es tan dificil! igual creo q es un camino para que aparezca la persona que también soy.
Acá muchas mujeres, en general de otras generaciones, se quedaron siempre en la casa, con la idea de servir a su familia y no buscaron figurar en ningún lado, solo en su hogar.
No juzgo, solo veo, a veces me asombro porque la frenética vida de la ciudad es incompatible frente a esta tranquilidad que acorta las distancias entre el ruido exterior y la voz que adentro tiene tanto por decir.


Base de cebollas y morrones rehogados en oliva. Zanahorias, zucchinis, arvejas y champignones cocinados a fuego lento con especias de la India. Por arriba, dos tipos de muzarella, una común suave y la otra ahumada.




16.8.12

Se mudo el Nido

Parece que el post De Viaje ( http://nidos-enred.blogspot.it/2012/06/de-viaje.html) hubiera quedado tan lejos! y si, por fin llegue hace mas de una semana.
Desde entonces ya tengo mil anécdotas que compartir porque no paro de observar con todos los ojos del cuerpo, la mente y el alma.
Lo deseo compartir porque este Nido que soy y el que comparto con mi companero ha sufrido un cambio rotundo de geografía en la actualidad y hay muchas cosas que por consecuencia se han transformado.
No puedo hablar de tiempos, que es lo que la gente pregunta, porque intento poner mi mente en el hoy donde las cosas se van dando.
Lo que si puedo decir es que la ciudad, en este caso Buenos Aires, se me volvía cada día mas imposible. No podía tolerar mas gris, ruidos, violencia, subtes repletos, humedad, agobio... vivir la naturaleza era casi un grito desesperado de mi alma.

Ahora estoy aca, en la Sardegna, una isla al sur de Italia, de donde mi companero P es oriundo.
Todo es altamente diferente, desde el idioma, clima, paisaje, silencio, aromas, colores.
Bosque de pinos

Estaba necesitando este cambio.
De ser una mujer super activa, trabajos, estudio, grupos, sociales, sin parar desde no se cuando, ideas, proyectos... estoy aca, en una casa que tiene las puertas abiertas sin llaves y donde no temo que entren. Donde hay silencio salvo cuando pasa el señor que vende fruta o pescado y lo grita por un altavoz.

Me anime a hacer este cambio como un desafío, que pasa conmigo si me bajo momentaneamente del tren... de los logros y lugares...

Aun no se que pasa... es demasiado pronto. Lo que si se es que me quedo con mis mayores aliadas que son las palabras para escribir, abrir puertas de cuentos y anécdotas que van a llenar este sitio para transmitir un poco el mundo de este Nido, y siempre abierta a escuchar y compartir.
nunca nade en un agua tan transparente y pude ver mis pies..

2.8.12

Todos están muy apurados en que crezca… menos el bebé


 
Todos hablan de ella/el y muy pocos lo miran verdaderamente o se permiten ponerse en sus “pies”.
  • Que bueno que ya juega solo con los chiches!
  • Que bien! Ya cumplió los 6 meses! La mamá debe estar contenta, ahora tiene más tiempo para ella!
  • Ya va al jardín! Está grande, aunque va a sala de uno, pero con su mochila parece un nene grande.
Urge la necesidad de ver grande a los niños, de escolarizarlos (más allá de las necesidades reales, pero Reales, de trabajo), de que crezcan ya! Que dejen de ser seres dependientes que interfieren con la vida del adulto. Cada vez que leo un comentario así debajo de una foto en el FB, no dejo de sentir una pena inmensa por el tiempo de ese bebé. Me aparece la sensación corporal de apuro, como si uno caminara y otro de atrás andaría dando sutiles empujoncitos para hacerme avanzar más rápido. Uno o dos se pueden llegar a tolerar, pero constantemente te enloquecen, de alguna forma te alienan y sacan tu propio ritmo interno.
Esos bebés, todos los bebés, necesitan adultos que los acompañen y sostengan, que los miren y respondan.

Por favor!!! Recuperemos lo que perdimos en la velocidad… volvamos a escuchar el aire de la respiración, los pies sobre la tierra. No se puede vivir por fuera del tiempo que es AhOrA.
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