Todos hablan de ella/el y muy pocos lo miran verdaderamente o se permiten
ponerse en sus “pies”.
- Que bueno que ya juega solo con los chiches!
- Que bien! Ya cumplió los 6 meses! La mamá debe estar contenta, ahora tiene
más tiempo para ella!
- Ya va al jardín! Está grande, aunque va a sala de uno, pero con su mochila
parece un nene grande.
Urge la necesidad de ver grande a los niños, de escolarizarlos (más allá de
las necesidades reales, pero Reales, de trabajo), de que crezcan ya! Que dejen
de ser seres dependientes que interfieren con la vida del adulto. Cada vez que
leo un comentario así debajo de una foto en el FB, no dejo de sentir una pena
inmensa por el tiempo de ese bebé. Me aparece la sensación corporal de apuro,
como si uno caminara y otro de atrás andaría dando sutiles empujoncitos para
hacerme avanzar más rápido. Uno o dos se pueden llegar a tolerar, pero
constantemente te enloquecen, de alguna forma te alienan y sacan tu propio
ritmo interno.
Esos bebés, todos los bebés, necesitan adultos que los acompañen y
sostengan, que los miren y respondan.
Por favor!!! Recuperemos lo que perdimos en la velocidad… volvamos a escuchar
el aire de la respiración, los pies sobre la tierra. No se puede vivir por
fuera del tiempo que es AhOrA.
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