Vimos la película Partera Guerrillera, hermosísimo documental (altamente recomendado) sobre la vida y filosofía de Ibu Robin Lim.
Después nos juntamos todos a compartir sobre la película algunas ideas alrededor de una generosa mesa (rica, sana, casera)
Me quedé pensando en las motivaciones de tantas mujeres, sus luchas guerrilleras, no tanto por salvar el mundo sino por preservar contra viento y marea, el deseo para con sus hijos (y esa lucha con el entorno cuando en la crianza aparecen las diferencias) de encontrar juntos una camino más libre de crecimiento.
Hay mujeres que despiertan, por llamarlo de cierta manera, a la luz de la llegada de sus hijos, como si la maternidad de pronto movilazara todo. Y esa mirada de otro pequeño, indefenso, de las entrañas, encendiera la luz de un momento vital con la intensidad que hasta ahora nada lo ha podido hacer. Hay otras que han vivido de búsquedas, son quienes, por lo general, tuvieron hechos que en sus vidas generaron un cambio de conciencia, o el resultado de la vida misma las llevó por caminos de aprendizajes.
No importa como cada uno ha llegado, lo bueno es estar y ser parte.
Focalizar en la maternidad es posar la mirada sobre la raíz (maternidad, paternidad, familia, sostén, afectos primarios) desde donde crece el árbol. En esos momentos, los cimientos.
En la noche del sábado se acuñó una frase bella idea: La madre entrañable (por Lalita), la que suena a mimos, contacto, casa, un lugar donde regresar, una hembra cuidadora, contenedora. Una madre real (con lo que puede) y presente para sus crías.
Por estos caminos de búsquedas entrañables se aviva el fuego del cambio en estos tiempos que lo necesitan, para que el helado frío se vaya derritiendo y nos podamos abrazar más, juzgar menos, aceptar más, concientizarnos más como tribu y parte de un todo común.
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