Como muchas veces comparto en este espacio, trabajo con grupos de chicos que tienen más de siete años. Ayer nos visitó una hermana bebé (ocho meses) de uno de los chicos que tiene 11 años. El está absolutamente enamorado de su hermanita y ella de él. El año pasado estaba muy celoso porque ella irrumpió después de tantos años de hijo único y de una manera muy especial además, nació el mismo día que él! o sea cumpleaños por partida doble.
La gorda hermosa estaba feliz entre la ronda de los chicos quienes la besaban, alzaban, hacía reír a carcajadas. Les pregunté entonces como ellos creen y ven a los bebés.... estas son sus palabras:
- ES MAS INTELIGENTE QUE UN HUMANO
- ES UNA MINI MUJER
- PIENSAN Y SIENTEN LO QUE SIENTEN LOS DEMAS
- TRATAN DE CONFIAR EN TODOS
Me gustaron todas las ideas pero la última quedó resonando. Ese sentido que tienen los bebés (y se va perdiendo durante el crecimiento hasta escasear en la adultez) de la entrega y confianza total. Los tocan, agarran, manipulan, y ellos pasan de mano en mano, confían en los adultos que los cuidan, se entregan. A pesar de esta disposición inevitable para sobrevivir, creo la importancia de pedirles permiso y no tomarlos como si fueran un paquete. Hay que hablarles a los bebés, hacerlos partícipes con las palabras del mundo, aunque en la apariencia pareciera "como si no entienden". SIno, escuchen a los chicos todo lo que dicen cuando dicen, están al tanto de lo que pasa siempre, a su manera. Los bebés tienen otras formas de captar la información, pero sin dudas están entre nosotros interactuando a su manera siempre. 
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