Al principio nos pusimos bastante firmes: no
lo vamos a decir hasta pasados los 3 meses, así será. Pero era casi imposible
cerrar la boca, particularmente con los seres intimos y las personas queridas.
Estoy
rodeada del tema maternidad, niños, puericultura, y conozco mucha gente de
allí. Y poco a poco lo fui compartiendo, como un secreto sagrado, aunque
sabiendo que los secretos no duran mucho, más entre mujeres. Pero no me importó
demasiado. Llegué a los 3 meses y lo sabían prácticamente tod@s con los cuales
me crucé vía chat, mail, etc (no personalmente porque estoy viviendo fuera de
mi país)
Cuando me enteré la noticia pensé: ¡ahora
tengo que desandar el camino! Ir uno por uno y decir: mirá, no… se perdió, este
ya no será… de solo pensarlo quería llorar más y no tenía energías de
enfrentarlo, de alguna manera era confrontar una y otra vez con la realidad.
Sin embargo con los más allegados no tuve
que decir demasiado, solo pegué un grito profundo, desde el fondo del alma, que
hablaba de la pérdida. Con otros tuve que ser un poco más “medida” pero igual
de sincera, esto dependiendo de la intimidad del vínculo.
Y llegué a la conclusión que SI, lo mejor que
pude hacer fue compartir esta noticia desde que fue para mi una realidad. Las palabras
de amor, cariño, aliento, ternura, comprensión, caricias, sostén, ayudaron y
colaboraron viento a favor para poder sobrellevarlo mucho mejor. Había quedado
en un lugar de mucha vulnerabilidad, pero pude seguir estando y soportar todo
el apoyo, parece una locura, pero esa es la debilidad que tenemos “las que nos
hacemos las fuertes”
Esto trajo algo más, muchas mujeres que ya conocía, compartieron su historia de
pérdidas, ¡y yo sin saberlo, sorprendiéndome! Con ese gesto de “yo se lo que se
siente”, caminaron a mi lado. Pero esto lo voy
a dejar para otro post porque da mucho que hablar sobre como atravesar
estas situaciones. Lo que si quiero decir, es que decir, hablar, expresar,
encontrar las personas justas, hace que cualquier situación deje de ser “me
pasa esto solo a mi” para pasar a ser “todos somos parte de lo mismo, aunque
los hechos nos toquen con diferente intensidad”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario