13.1.14

PUERPERAHASTALASTETAS 2: Comentarios desatinados


Salgo de mi casa con Ti en el portabebés de tela llamado fular. En la isla de Lost, debo aclarar, no hay invierno crudo. Puede que una semana en todo el invierno haga frio verdadero, un poco más o menos, pero estamos lejos de las heladas. Nieva en la montaña en ciertos momentos, pero no vivimos allí. Vamos con Ti en el fular a caminar un poco asi de paso cambia de aire y también se duerme. Elijo en general mañana mediodía para sentir el sol. El fular la abriga, encima un pullover mio de lana la abraza y también una mantita de colores tejida por Luli para ella especialmente. Por las dudas también un gorrito. Acá todos me sugieren ponérselo y calculo tiene que ver porque es una isla ventosa, asi que los escucho porque en ese sentido saben mucho más.

Abro la puerta, para los que no recuerdan vivimos en un pueblo donde no abundan las personas sino más bien las ovejas. Hay tres gatos locos y en general no bajan de los 70 años. Está lleno de viejillos que se conocen de toda la vida, vecinos que te miran como si fueras un fenómeno extraterrestre, bocas que comentan, dientes agitados. Todos saben de TI, ni idea como empezó a circular la noticia, porque nunca me pasee embarazada justamente para no dar que hablar y porque no tenía ganas. Por entonces salía con el auto desde el garaje y cuando fue más evidente la panza ya estaba en Argentina. Pero misteriosamente todos lo saben hasta en otros pueblos. Sospecho de la Noneta.

Atravieso la puerta y las calles vacías, sin nadie pero con todos, porque siento como ojos por todos lados. El escenario es parecido a The Truman Show… no hay nadie pero un público te está espiando. Acá hay casitas en su mayoría de dos plantas por esa tremenda costumbre de apilarse padres con hijos.
Doblando la esquina las veo. Dos vecinas promedio 150 años el pack. Una de ellas es de temer, un día me sugirió que me siente en su ronda de charla de un modo imperativo “sentate acá!” y le huí fóbica con la excusa que me estaban llamando de Argentina.
Quería llegar hasta la plaza por lo que no tenté en pararme, solo en saludar desde lejos. Y va la vecina temeraria que lanza el siguiente comentario desatinado refiriéndose a TI: “pobrecita, sale con el frío”

Señora vecina que habla al viento, aquí mi descarga para que la lea todo el mundo.

“Evite comentarios descalificadores e inadecuados que rozan indirectamente mi capacidad de evaluar la térmica para salir con mi hija a pasear, evitando así tenerla encerrada como un cane. Considere que soy capaz de maternar sin exponer al frío a mi criatura porque soy la mayor interesada, mucho más que usted. Ella no es ninguna pobrecita porque está calentita como un oso peludo cerca de un hogar, que soy yo y es mi cuerpo, porque elijo llevarla cerca mio para justamente sostener una temperatura constante.
Tal vez le haya molestado que no me acerqué pero había una distancia suficiente entre donde usted estaba y nuestro camino
Y espero no tener que escuchar más comentarios desatinados de su parte, porque estoy PUERPERAHASTALASTETAS y las palabras me salen sin tanto filtro de buena vecina políticamente correcta.
Lo único que me faltaba”

Otros comentarios desatinados (muy comunes) de menor tenor pero reiterativos y referidos al contacto:
“no la acostumbres a los brazos”
“sacala en cochecito”
“se tiene que acostumbrar a estar en la cuna, cochecito, etc”

¿Qué le pasa a la gente con el contacto?
Y por otro lado… ¡que naturalizadas son las ganas de opinar que tiene el resto respecto a la crianza!

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